Caminos y Viajes

La vida no es más que errancia,
los caminos se inician
allí donde están posados tus pies,
por eso, los seres humanos
al igual que las aves,
infatigables viajeros somos.

Nacer y vivir en la tierra es participar
en sus diversos desplazamientos
sobre el sol y la luna
que nos conducen por los caminos
de las sucesivas estaciones del planeta tierra
que aún siendo firme,
tambalea y ruge bajo nuestros pies.

Así como hay diversas formas de vivir
también hay infinitas maneras de viajar,
de salir al encuentro de los mundos,
de los paisajes, de la naturaleza,
de otros seres,
de otros planetas y de los sueños.

Dejamos atrás lo conocido
por ir tras lo desconocido
para experimentar de forma intensa
nuevas emociones, alegrías,
incertidumbres y riesgos
de esa gran aventura que es la vida,
porque la vida es un sendero
de idas y de regresos
hacia el todo y hacia la nada.

Viajamos a través del mundo
con curiosidad
salimos a interrogarlo
y a pedirle también respuestas;
en esos viajes nos perdemos
y nos reencontramos transformados.

Algunas veces viajamos
no para ir a ningún lado
sino simplemente por viajar
a recorrer la vida y a explorar
nuevos sueños y dulces esperanzas
hasta quedarnos fatigados. 

El amor y la vida son un viaje
- de ida y de retorno -
la muerte solo de ida lo es.

De esos caminos somos viajantes
que dejan sus huellas al transitar
por esos senderos que nos llevan
a remar hacia nosotros mismos
o a explorar los insondables abismos
de la propia mente o del corazón
que nos llevan a veces
a la tierra de la sin razón.